Su labor profesional ha discurrido por diversas emisoras, como
son Los 40 Principales, M-80 Radio y la Cadena SER. En esta última
emisora ha sido director y presentador del programa regional “El Mirador de
Castilla-La Mancha” y desde 2002 dirige y presenta el programa “Hoy por hoy
Cuenca”.
Encontramos
a Paco Auñón, en la sala de audio, sentado frente a los micrófonos de la “SER”,
después de finalizar la emisión de su programa.
Pregunta: ¿Qué es la radio, para ti?
Respuesta: Lo
primero es mi trabajo algo que en estos tiempos es como un tesoro. Pero además
es un sueño realizado. Desde muy pequeño escuchaba la radio en casa porque la
ponía mi hermano mayor. Estaba siempre ahí y a mi me gustaban algunos programas
y locutores hasta que un día me di cuenta de que yo quería hacer eso. Contar
historias. Trabajar ahora en la radio es una satisfacción.
P: ¿Desde
cuando trabajas en radio?
R: Con 21
empecé en varios programas en emisoras de barrio en Madrid, donde yo vivía. Me
pateé todos los cerros de la comunidad para una serie de reportajes que
hacíamos sobre rutas por la naturaleza en Radio Enlace, la emisora de
Hortaleza. A Cuenca llegué en 1997.
P: ¿Cómo comenzantes a trabajar en Cuenca?
R: A veces la
suerte esta de tu lado. En esa época yo quería dejar Madrid y me viene a Cuenca
a principios de verano sin saber qué iba a hacer. Decidí dejar el currículo en
las emisoras de radio de la ciudad y fui en primer lugar a la Cadena Ser, que
no sabía ni dónde estaba. Digo lo de la suerte porque en la Ser estaban
haciendo pruebas a locutores para Los 40 principales. Así que ese día hice la
prueba. Era la persona más nerviosa del mundo. Tuve que presentar un disco de
Sergio Dalma y otro de Celine Dion. Aún me acuerdo. A la semana siguiente me
llamaron y comencé a trabajar en Los 40 poniendo discos cuatro horas cada
tarde. En la radiofórmula se aprende mucho, sobre todo a improvisar. Muchos
grandes comunicadores empezaron en Los 40 y todos reconocen esa escuela.
P: ¿Qué es lo
que más te gusta de tu trabajo?
R: Contar.
Contar historias. Y sobre todo acercarme al micrófono y trasmitir. Llegar al
oyente. Ya desde pequeño contaba historias a mis amigos y muchas veces
inventadas. Siempre ha sido imaginativo y la radio me ha permitido aprovechar
todos sus recursos para contar historias.
P: ¿Qué
condiciones crees tú que debe tener un buen locutor de radio?
R: Muchos
contestarían a esta pregunta que una buena voz. Yo antes pensaba eso que una
voz profunda o grave era lo ideal para un locutor. Cuando estudiaba locución
los profesores me dijeron por primera vez que mi voz era agradable.
Y pensaba ¿es eso lo mejor para un locutor? No estaba muy conforme con eso de
“agradable”. Pero aprendí a usar esa voz, a explotar esa cualidad. Un buen locutor
de radio tiene que trasmitir, tiene que saber usar su voz, sea como sea, para
llegar a la gente. Un ejemplo, el gran Paco Rabal tenía una voz rota y cascada,
sin embargo, a la gente le encantaba como recitaba poemas o como proclamaba en
sus actuaciones.
P: Consideras
tu profesión como creativa, ¿Por qué?
R: Si. La
radio puede ser muy creativa, tanto como uno quiera. Aunque esto lo podemos
extrapolar a cualquier profesión. En la radiofórmula, donde yo pasé cuatro
años, la creatividad se ceñía a los diez segundos de la presentación de cada
disco. Es un formato muy cerrado. Sin embargo, la radio convencional te permite
usar todas las herramientas del lenguaje radiofónico.
P: ¿Hay alguien que te haya ganado en una
entrevista?
R: La entrevista no es un combate. Quien lo
considere así creo que se equivoca. Ahora hay algunos espacios de entrevistas
en los que el periodista intenta acorralar al entrevistado. Gabriel García
Márquez decía que lo más importante de una entrevista es escuchar al
entrevistado. Hay que dejarle hablar. Con tus preguntas tienes que guiarle hasta
que te diga lo que, de antemano, te has propuesto contar a tus oyentes. Pero la
mayoría de las veces el entrevistado te sorprende y la charla te lleva a
terrenos inesperados. Esas son las mejores entrevistas.
P: ¿Por
qué un periodista ofrece una sensación de poder, en los últimos años?
R: La información es poder. Eso es conocido.
También es verdad que algunos periodistas quieren tener más poder del que su
profesión les otorga. Creo que el periodista no debe perder la referencia de lo
que es, es decir, un mero transmisor de información. Debe buscar las mejores
fuentes, los mejores testimonios, debe trabajar por dar la noticia primero,
pero no debe caer en el error de creerse quien no es.
P: ¿Cómo
preparas una entrevista?
R: Muchas
veces con menos tiempo del que desearía. La radio no permite profundizar en
muchos temas, pero la entrevista debe prepararse investigando, o bien sobre el
personaje si la entrevista es psicológica, o bien sobre el tema a tratar si es
una entrevista informativa. A veces hay que recurrir hasta exnovias para
conocer algún momento interesante de un personaje.
P: ¿Podría decirnos los grandes momentos que
destacarías en tu carrera?´
R: La
verdad es que uno procura que cada día tenga, al menos, un momento importante
para su carrera, pero no es fácil. Destacaría la jornada que pasé en agosto de
2001 acompañando a más de 400 magrebíes que venían andando desde Las Pedroñeras
a Cuenca para “pedir papeles”. La Cadena Ser se interesó por la noticia y
estuvimos contando cómo discurría la marcha en todos los boletines y programas nacionales
del día.
P: ¿A
quién consideras tus maestros en la radio? ¿Admiras a alguien en particular?
R: Los
mejores maestros son mis compañeros con los que trabajo cada día en SER Cuenca.
Con ellos es con los que más aprendo. De pequeño escuchaba a Javier Sardá y al
señor Casamajor en “La Bisagra” de Radio Nacional, y después en “La Ventana” de
la Cadena SER. Alguna vez estuve en el estudio de Radio Madrid cuando hacían el
programa. A Luís del Olmo también iba a verlo a los estudios de Pintor Rosales
de Onda Cero en Madrid, pero nunca le saludé. Iba como espectador a escuchar
“Protagonistas”. Una vez coincidí con él en el baño. Fue lo más cerca que
estuve. En otra ocasión, ya trabajando en la Ser, volví a Radio Madrid a ver
“Hoy por hoy” y saludé a Iñaki Gabilondo. El hombre se disculpó rápidamente
porque tenía que ir al baño. Curioso, ¿verdad? No quiero dejar de nombrar al
locutor que, en gran parte, tiene la culpa de que me dedique a esto. Es José
Luís Muñoz, que desde Radio Nacional en Cuenca hacia unos reportajes sobre el
costumbrismo y las tradiciones de la provincia que me cautivaban. Su voz y su forma
de contar las cosas ha sido siempre un ejemplo para mí.
P: ¿Alguna
vez te ha resultado ridículo estar hablando solo?
R: Puede
ser, pero nunca en la radio. Yo he hecho un informativo un 15 de agosto con la
provincia de Cuenca en fiestas y un día de Navidad. Iñaki Gabilondo ha hecho
durante muchos años el programa el día 25 de diciembre y siempre comenzaba con
esta pregunta ¿hay alguien ahí? Y se pasaba la mañana hablando con los oyentes.
Siempre hay alguien. Y hacer el programa para una sola persona sea algo
fantástico.
P: ¿Si no fueras locutor que serías?
R: No
sé. Tengo tierras en Albalate, ¿Quién sabe?
P: ¿Cómo locutor, cuál es tu aporte a la
sociedad?
R: A
pesar del mucho trabajo que puede llevar la producción y realización de un
programa me conformo con hacer compañía. Es más, ni siquiera eso. Me conformo
con que el soniquete de la radio de fondo forme parte de la vida diaria de los
oyentes.
P: La
radio como medio de comunicación, ¿goza de buena salud? ¿Podemos decir que es
un medio creíble?
R: Escuchar
la radio sigue siendo gratis y los oyentes de radio han aumentado en estos años
de crisis. El video no pudo con la estrella de la radio y el medio ha sabido
adaptarse. Noventa años después de sus primeras emisiones en España, la radio
goza de buena salud y tiene futuro. Tal vez en otros formatos, pero una voz
cálida que te cuente algo siempre será bien recibida.
P: ¿Un
locutor de radio, puede potenciar el cabreo del oyente?
R: Puede.
De hecho hay algunos que lo hacen. No creo que sea nuestra labor pero, como se
dice, hay gente para todo.
P: ¿Quieres apuntar algo más es esta
entrevista?
R: Mis
oyentes ya lo conocen, siempre me despido diciendo: “disfruten de la radio”
Gracias Paco, por esta entrevista-dialogo, que hemos mantenido
para los lectores de cuencanews. Lo que
más me ha fascinado ha sido el grado de sinceridad y las ganas de
conversar con tanto respeto por un medio de comunicación, que amas
profundamente. Y sobre todo por buscar siempre la verdad y la honestidad al
servicio de la responsabilidad profesional.
Rafael Torres
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