martes

Bisbarat (Albalate de las Nogueras)

"Albalate Bombarrá,
 quien pillara la cadena de oro,
que atraviesa Valdelabá" (Valle del Abad)



Un amigo me había comentado la existencia de un mapa en Uclés donde figuraba Albalate de las Nogueras bajo el nombre de una fortaleza árabe, y mi curiosidad me llevó hasta allí para comprobarlo por mis propios ojos, y aquí estan las imágenes.Este mapa se encuentra en la Iglesia del Monasterio de Uclés, en la parte dedicada a la época musulmana.

Gracias a la colaboración de Jesús B.S. hemos ido recopilando algunos datos sobre aquella época, que aunque no hacen referencia directa a Albalate de las Nogueras, si nos pueden dar una idea aproximada del entorno histórico al que hace referencia la ubicación de Bisbarat, durante el periódo de los reinos de Taifas y la presencia musulmana en España.

Portada principal del Monasterio de Uclés










Patio interior del Monasterio de Uclés

Patio interior del Monasterio de Uclés
**************************** 00000****************************

En internet hemos encontrado los siguientes datos:

Wikipedia:
Banu Di-l-Nun
La Dinastía Banu Di-l-Nun (este nombre, parece el más utilizado por la historiografía, también conocido su apellido como Banu Dil-Nun o Banu Di L-Nun) fue una dinastía de bereber que reinó en la Taifa de Toledo.

Banu Di-l-Nun eran una familia bereber de la tribu hawwara, llegados a la península en tiempos de la conquista islámica. Se establecieron en la cora de Santabariyya o Shant Bariya (Santaver) (provincia de Cuenca) y en el proceso de arabización de los siglos VIII-X cambiaron su nombre bereber de Banu Zennún arabizándola en Di-l-Nun.

Durante la segunda mitad del siglo IX llegaron a controlar gran parte de lo que actualmente es la provincia de Cuenca desde su centro de poder de Santabariyya (cercana a la ciudad romana de Ercávica). Entre el territorio que controlaban estaba Uclés, Huete, Cuenca, Huélamo, Valera, Alarcón e Iniesta. Por la especial orografía de la zona, estuvieron en continua revuelta contra el poder emiral omeya, conservando cierta independencia, y enfrentándose de manera periódica con los toledanos. En ese tiempo fueron uno de los linajes más destacados de la Marca Media, citados por las fuentes por sus alzamientos frente al poder emiral y por sus alternativas sumisiones.

Con Almanzor, para reforzar su poder, busco alianza con los señores fronterizos tanto con el señor de Zaragoza y, en el caso que nos atañe, con los Banu Di-l-Nun

Siglo XI. Volvieron a su autonomía con la decadencia del Califato durante el primer decenio del siglo XI: entonces, posiblemente, Abd al-Rahman ibn Dil-Nun logró que el califa omeya Sulaiman al-Mustain (1009-10 y 1013-16) le otorgase el nombramiento como señor de Santaver, Huete, Uclés y Cuenca, llevando el título de Nasir al-Dawla. Este Abd al-Rahman confió en 1018 a su hijo Ismail el gobierno de Uclés en su nombre y que luego, lo envió a Toledo a requerimiento de los toledanos insatisfechos con sus gobernantes.

La Taifa de Toledo. Esta dinastía, le dio los tres régulos a la Taifa de Toledo, estos régulos fueron:

Ismail al-Zafir (1023 -1043),
Al-Mamún de Toledo (1043-1075), Hijo del anterior, aunque tuvo que disputar al principio de su reinado el trono a su hermano.
Al-Qádir (1075-1080), Nieto del anterior, que también fue régulo de la Taifa de Valencia

**********************====******************************
Primer rey de la taifa de Toledo
Sucesor : Yahya ibn Ismail al Mamun
Títulos : Rey de la taifa de Toledo 1018 - 1044
Reinos de Taifas
 Primer dinasta de los Banu Di l Nun y auténtico fundador del reino de taifas de Toledo. Al decir del historiador Ibn Hayyan, que fue su contemporáneo, Ismail fue el primero de los reyes de taifas en romper con la autoridad central, y luego fue imitado por los demás. Se ignora, sin embargo, la fecha y las condiciones de esta secesión. Ismail hizo de Toledo uno de los más brillantes, activos y prósperos reinos de taifas.

Toledo conservaba el renombre de haber sido la urbe regia de los visigodos, de ahí que los árabes la conocieran también con la designación de Madinat al Muluk (ciudad de los reyes). Como capital de la frontera o Marca Media —así como Zaragoza lo era de la Marca Superior y Badajoz, de la Marca Inferior— era una circunscripción militarizada, por eso pudo mantener una cuasi independencia frente a Córdoba hasta la época califal. Al producirse las guerras civiles que acabarían con el califato a principios del siglo XI, Toledo volvió a ser independiente, ayudada como siempre por su posición inexpugnable.

El primer personaje que formó una jefatura política (riyasa) en la ciudad parece que fue el cadí Abi Bakr Yais ibn Muhammad, hacia 1010; pero al cabo de un tiempo fue expulsado por los toledanos, refugiándose entonces en Calatayud, ciudad en la que moriría entre 1027 y 1028. Tras ese periodo otros personajes trataron de apoderarse de la ciudad, entre ellos un tal Ibn Masarra, que no tardó en ser depuesto por los toledanos. Otras fuentes insisten en que el poder en la ciudad y sus distritos lo tomó Abderramán ibn Manyub o Matiyo, que no supo conducirse como debía —a juicio de los toledanos— y lo depusieron. Parece que los habitantes de Toledo dieron el poder y depusieron a otros dos individuos más, según recoge Ibn Adari, finalmente decidieron enviar una misiva a Abderramán ibn Di l Nun, señor de Santaver, ofreciéndole la dirección de la taifa toledana. Este les envió para hacerse cargo del poder a su hijo Ismail.

Los Banu Di l Nun eran una familia beréber de la tribu Hawwara, que llegaron a España en los primeros tiempos de la conquista islámica del país. Sus descendientes aparecen aposentados desde los tiempos de Muhammad I (852-886) en Santabariyya o Santaver, antigua Centobriga, lugar harto estratégico y de difícil acceso sobre un altozano, no lejos de la confluencia del Guadiela y del Tajo. Santaver, denominaba en principio tanto al distrito o a la cora, como a su capital, hasta que en el siglo IX estos bereberes —que en el proceso de arabización de los siglos VIII al X cambiaron su gentilicio de Zannun por Di l Nun— funden la capital de Uclés (Uqlis), que en adelante sería la capital de la cora.


Crisis del Emirato de Córdoba

Durante los dos primeros siglos de dominio árabo islámico, los Banu Di l Nun fueron uno de los linajes más importantes de la Marca Media, citados frecuentemente en las fuentes por sus continuos alzamientos frente al poder central y por las sumisiones subsiguientes a ese poder. Una vez desaparecido el califato de Córdoba, luego de la deposición y del asesinato del último chambelán amirí, volverían a su antigua autonomía desde el primer decenio del siglo XI. Durante la guerra civil que siguió, los Banu Di l Nun apoyaron al califa Sulayman al Mustain quien otorgaría a Abderramán ibn Di l Nun el título de Nasir al Dawla (defensor del Estado) por su defensa de la frontera contra los cristianos norteños, dándole también confirmación y nombramiento como señor de Santaver, junto a Huete, Uclés y Cuenca; en seguida el dunnuní adoptaría una línea de conducta totalmente independiente.

Se sabe, en fin, que Abderramán ibn Di l Nun confió en 1018 a su hijo Ismail, que tenía a la sazón dieciocho años, la plaza de Uclés. Unos años más tarde, y después de la destitución de los sucesivos gobernadores de Toledo, los toledanos acogieron a Ismail ibn Abderramán ibn Di l Nun como soberano de la ciudad y sus distritos, pues vieron en el un medio para sacar a Toledo de la anarquía reinante.

La independencia que los toledanos habían intentado alcanzar sin éxito, bajo el caudillaje de un buen número de rebeldes, fue realizada con Ismail, el “primero de los reyes de taifas”. No cabe duda de que este soberano puso las bases de la gran taifa toledana que ocupaba territorialmente lo que había sido otrora la Marca Media —o sea, la vasta región de Castilla la Mancha situada entre Sierra Morena y el Sistema Central—, ya que se extendía su efectivo dominio desde Guadalajara y Talavera en el Norte hasta Murcia en el Sur, destacando en la política, cultura y economía de su siglo.

Ahora bien, el principal valedor de Ismail en la ciudad fue un personaje local ilustre de entre sus gentes, Abu Baku ibn Yahya ibn Said ibn al Hadidí, que llegó a adquirir tal relevancia en la urbe que le daban el apelativo de Sayj al Balda, “jeque de la ciudad” ; pues, a más de ser persona de gran inteligencia, era experto en administración. El “joven Ismail ibn Di l Nun —como recoge Ibn Idari—, no decidía un asunto sin él y le pedía consejo en las cosas más importantes”. Esto trajo no pocos problemas, dado que la influencia de Ibn al Hadidí en las decisiones políticas del emir atizaba la animadversión de otra facción de las gentes de Toledo. El consejero del emir moriría muchos años más tarde que Ismail.


Reinos de Taifas 1037
 Asentado su dominio sobre Toledo, en política exterior persiguió tres objetivos principales: en primer lugar, buscar la legitimación de los Banu ibn Di l Nun (ya que en Toledo había cierta tradición de caudillaje electivo) mediante la defensa de las fronteras del reino contra los ataques cristianos; segundo, manifestar abierta oposición a toda política expansionista por parte de las demás taifas vecinas; en tercero, presentar absoluta hostilidad a cualquier intento de reunificación de al Andalus bajo una soberanía centralizada fuera de Toledo, combatiendo con las armas o diplomáticamente las pretensiones de califas o supuestos califas.

Efectivamente, la abolición definitiva del califato por los notables de la ciudad de Córdoba (1031), no borró del ánimo de muchos andalusíes su devoción por los omeyas, ya que eran símbolo de unidad, prestigio y poder. La restauración de la dinastía omeya se convirtió en la principal causa legitimista que enarboló, entre otros aventureros, el gobernante de la Asamblea cordobesa Abu I Hazm Yawar. Felicitó a Ismail por el celo que manifestaba defendiendo las fronteras de los ataques de los cristianos del Norte y de paso le recordaba que la properidad y firmeza del Estado consistía en su unión. Ismail contestó a tal misiva, diciéndole al cordobés que debía de contentarse con mandar en el rincón que de prestado tenía en Córdoba, mientras sus vecinos se lo permitieran, que por su parte no reconocía en el Andalus ni fuera de él más soberano que al del cielo.

Ismail ibn Abderramán ibn Di l Nun tuvo que enfrentarse a lo largo de su reinado con el problema de los aspirantes al califato, cosa que sembraría el desorden en sus dominios, e incluso ponía en peligro la integridad del reino (tal como sucedió en la zona de Calatrava cuando se dio el caso del falso Hisam II), amenazando la estabilidad de su trono. Tuvo que enfrentarse a las pretensiones de Abu I Hazm Yawar en dos ocasiones, a las maniobras de los abbadíes en Sevilla, que suscitaron el faso califa Hisam II. En general este problema gravitó durante todo s reinado, pero Ismail lo contrarrestó con una política de independencia absoluta del reino de Toledo, negándose a jurar lealtad a ningún pretendiente al califato. se dice que en una ocasión declaró:

Tiene derecho al poder quien lo tiene efectivamente. Yo no elijo para el poder más que a mí mismo y no me someto a nadie”.

Reinos de Taifas 1080
Ismail luchó contra los cristianos con suerte diversa, pero supo salvaguardar sus fronteras sin pagar jamás parias, cosa de la cual no se libraron sus sucesores. De lo poco que se conoce de Ismail ibn Abderramán ibn Di l Nun se puede afirmar que fue hombre de mano firme y activo en la lucha y en las intrigas de la política y la diplomacia. En un ambiente turbulento y en una ciudad siempre presta a rebelarse, llegó en poco tiempo a constituir un reino, a consolidar su poder y a dominar los territorios de su estado como señor absoluto. Poseía refinada cultura, hablaba árabe con elocuencia, pese a ser de etnia beréber. Conocía de memoria las antiguas obras de los poetas árabes, él mismo componía poesía.

En la corte toledanano hubo nunca poetas de primer orden, de ahí que algunos autores manifestaran hostilidad hacia Ismail calificándolo de avaro. En realidad, tal acusación no carece de fundamento en lo que a los poetas se refiere, éstos, acostumbrados a la prodigalidad de los omeya o de otros reyes de taifas, no hallaban en la Corte toledana los subsidios alos que se creían merecedores, pues allí, sólo la ciencia era realmente atendida y considerada por el rey y sus sucesores.

Ismail se preocupaba de tener unas finanzas saneadas, a fin de hacer frente a los gastos del Estado -la partida principal era la destinada al ejército- y tener bien pertrechadas y abastecidas las fortalezas de la frontera norteña. Vigilaba la entrada regular de impuestos y cuidaba de la Hacienda Pública. Sus gastos suntuarios eran modestos, llegando por todo ello a acumular grandes riquezas. Ismail ibn Abderramán ibn Di l Nun murió en el año 1043, dejando bien afianzado el trono de uno de los reinos taifales más poderosos, si no el más fuerte, sus límites eran: al Este, el reino de Zaragoza y los principados independientes de Alpuente y Albarracín; al Sureste, los reinos eslavones de Denia y Valencia; al Oeste, el reino de Badajoz; al Norte, el Sistema Central lo separaba de los reinos cristianos. Le sucedió su hijo Yahya, conocido como al Mamun que llevaría su dinastía a su apogeo.

Las imágenes se han tomado de diferentes sitios web

***************=====***************
Relacionado con lo anterior hemos encontrado esto:

***************=====***************
CUENCA: sus monedas hispano-árabes.
416-506H. (1025-1113 dC.)
Por J. A. ALMONACID CLAVERÍA.


Con el fehaciente propósito de introducir sólidos cimientos historiográficos que enmarquen y faciliten la ardua tarea de los investigadores numismáticos en su especialidad hispano-árabe, es que ofrezco la presente aportación con simple espíritu compilatorio-numismático. La desconocida historia islámica de la ciudad de Cuenca y sus tierras, viene indefectiblemente entrelazada con las singulares vivencias sociopolíticas de una notable familia musulmana perseverante por todas estas tierras durante más de quinientos años: los Banií Zennún o Dü-I-Niin. Ellos son, los fundadores y constructores de las mejores ciudades y villas de toda la geografía conquensiana: Cuenca, Huete, Huélamo, Iniesta, Uclés y, también de más de un centenar de municipios de profunda raíz arábiga. Igualmente, proveerán de reyes independientes a los reinos de Córdoba, Cuenca, Toledo y Valencia; donde dejarán la impronta de su soberanía, mediante acuñaciones en oro, plata y vellón.




Para continuar leyendo, hacer clic AQUÍ




Las imágenes (las monedas) no se corresponden con el tema tratado en éste artículo. Han sido obtenidas de distintas páginas webs.

*********************=====******************

1 comentario:

Jesús B. S. dijo...

Hola Arturo,
te voy a dar una interpretación particular de Bisbarat, que no es otra cosa que una palabra compuesta. El prefijo bi-, si lo aceptamos literalmente es muy común y se usa en la mayoría de las grafías que hacen referencia a una ciudad. Tienes todos los ejemplos que quieras para referir las ciudades donde se ha acuñado una moneda, bi-kunka, bi- tolaytula ,.. en- Cuenca, en- Toledo, etc. Por tanto si esa interpretacion es literal significará en- Barat.
A modo de explicación para entender las palabras compuestas, te diré que en general en la edad antigua había las siguientes distinciones:
uno - dos ,más de dos = varios = muchos.
Esta manera de hablar se reflejaba en el lenguaje y de ella son tributarias nuestras palabra "ambos y sendos" que reflejan el "número dual".
Posteriormente se fueron incorporando conceptos más elaborados en el habla cotidiana como el tres, el cuatro, etc. ...(El cero es un "invento" muy posterior y todavía hoy está discutido si es o no un número natural).
Los prefijos usados en el lenguaje normal, reflejan esta mentalidad.
Hoy día tenemos muy claro que "varios" son "unos cuantos, pero no muchos" y distinguimos con claridad entre "varios" y "muchos"... pero esto no siempre ha sido así.
Precisamente muchos nombres son reflejo de estas vacilaciones del lenguaje y presentan esa composición dual, ya no referida al valor numérico sino a uno, dos o varios significados que se complementan.

Ahora te voy a dar la siguiente explicación para terminar de dar sentido a lo dicho. Vamos a interpreta Barat y lo vamos a asociar a Bombarrá.
Existe concordancia con las referencias que reducen la etimología del topónimo a un origen árabe. No existe concordancia mas allá de lo dicho, pues que sepamos nadie lo ha estudiado.
Creemos encontrarnos ante un topónimo que pudo construirse sobre la base léxica de
(BAB-BARRT) bis-Barat
* Es asombrosa la fonética (no me deja transcribir texto con escritura arabe...que pena)
BAB-BARRT, significa "Puerta del Frío" y nos describe un paso "Puerta" a través de la Hoz del río Trabaque hacia la Sierra que esta asociada al "Frío".
Encontramos el mismo topónimo localizado en las montañas norteafricanas del Atlas en una situación similar. Tenemos analogía por tanto y referencia beréber como presumiblemente es nuestro caso(Banu Du-l-Nun)
Este paso esta asociado a un pequeño núcleo de población con un castillete o un sistema de torres y muros defensivos, donde sus habitantes podían acogerse en caso de peligro.
Esa es la razón por la que cabe presumir que Bombarrá existió donde la Hoya de los Morales y parte baja de Valdelabá , independientemente que Albalate existía como núcleo de población principal.
Porque será que nos suena eso de "Albalate Bombarrá quien pillara la cadena de oro que atraviesa Valdelabá". La respuesta radica en nuestra memoria atávica.
Saludos

Las entradas mas visitadas en los últimos 30 días