lunes

Canción de invierno



Algunas cicatrices sin premio ni alabanza
aquel árbol tenía: cien años de esperanza.

De otoño a primavera preparaba su flor.
Luego fructificaba, con odio y con amor.

En la raíz más nueva, hasta cuando moría,
entre la dulce tierra, un año más pedía.

Un año para el nido de su más alta antena.
Para el amor del pájaro. Para su propia pena.

En la raíz más nueva... Hasta cuando moría...

El Señor de los cielos que todo lo sabía,
el Señor, que sabía que ni el nido siquiera...
No quiso que volviese para él la primavera

El Molino de Papel
Nº 1 Feb. 1955

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