domingo

D. Antonio Solis y Ribadeneyra (I)

Una de las Conquistas mas gloriosas a la Nacion Española fué sin duda la de Nueva España, asi por la preciosa y dilatada porcion que se acrecentó á nuestra Corona por la adquisicion de aquellos dominios, como por las inmortales hazañas con que supieron distinguir su valor los que se atrevieron á conducir nuestros estandartes á tan distantes regiones. Hernan Cortés, General de aquella expedicion, es á quien justamente se debe toda la gloria que entónces consiguieron las Armas Católicas. Su grande valor, su consumada ciencia en el arte militar, y su incomparable prudencia fueron iguales á la grandeza de la empresa. Y bien se dieron á conocer estas partes, que adornaban en sumo grado á Cortés, en los varios y difíciles pasos que le ocurrieron hasta conseguir su empeño: y en ellos acreditó muy bien la antigua máxima que debe tener muy presente qualquier General, que no es la muchedumbre la que vence, sino pocos bien disciplinados, obedientes al mando, y conducidos por una cabeza gobernada por el valor acompañado de la prudencia y práctica militar. Si se repara con atencion la conducta que, desde el principio hasta el fin, observó Cortés, se hallará que apenas podremos encontrar otro en la antigüedad que le haga ventaja; pues por las propias cartas en que, como otro Julio Cesar, escribia los Comentarios de sus acciones, aparece con quanta premeditacion las disponía para encaminarlas al acierto. Y no debe creerse, como algunos han pensado, para disminuir el alto merito de Cortés, y con él las alabanzas que se deben á los esforzados Españoles que le acompañaron, que la guerra se hizo á unos Indios cobardes, simples, ignorantes, sin ingenio, ni habilidad, ni modo de vivir. Por las memorias de aquellos tiempos debemos estar persuadidos que ellos ántes del descubrimiento estaban diestros en la guerra, por las que unas provincias traian con otras. Despues que pasaron á las Indias nuestros Españoles, y comenzaron á entrar en campo con ellos, salieron tan esforzados y valientes, que se podian comparar con los soldados Europeos mas prácticos: porque los Indios ni en fuerzas, ni en valor de ánimo, eran inferiores á los demas ; y el pelear en defensa de su religion, patria y libertad, les infundia mayores ánimos. Tales eran los enemigos que tuvo que vencer Cortés, y tales las acciones que para el logro hicieron los Españoles.

Muchos han sido los que se han dedicado á perpetuarlas en la memoria de los siglos. El mismo Cortés, que las executó, nos las dexó escritas con mucha sencillez y candor, que acreditan que el Autor tuvo gran cuenta con la verdad; y no es creible que se hubiera atrevido á faltar á esta primera ley de la Historia, quando escribia al Emperador, y tenia tantos testigos de lo mismo que escribia y habia executado, y tantos émulos que se hubieran escudado con estas armas, para hacerle mas cruel la guerra con que procuraron desacreditarle con el Emperador. Bernal Diaz del Castillo, soldado que se halló tambien en ésta Conquista, dió una muy completa y circunstanciada relacion de ella, aunque no siempre con ánimo favorable á nuestro Héroe. Francisco Lopez de Gómara, que tuvo ocasion de informarse de los mismos Conquistadores, y de los primeros Misioneros que fueron á predicar el Evangelio á los Mexicanos, pudo tratar de sus cosas con harta punctualidad; y lo mismo debe decirse de otros que bebieron de las fuentes originales. Pero como todas estas Historias estaban escritas ó con poca pulidez en el estilo, ó con falta de método, y entremezcladas con cosas impertinentes, y algunas poco exactas, se necesitaba todavia de pluma mas delicada, que á un asunto por sí tan grande le diese todos los adornos de que es capaz.

Don Antonio de Solis, Cronista de Indias, era sin duda en quien concurrían en grado eminente todas las prendas que se podian apetecer para el desempeño, un estilo elegante y florido, que en el siglo pasado no era comun en España, una vasta instruccion adquirida en la lectura de los mejores Historiadores de Indias y otros papeles, que, como Cronista mayor de aquellos dominios, tuvo la oportunidad de registrar; y últimamente la destreza de saber imitar á los mejores modelos de la antigüedad en el género historico. Con estos auxilios supo desempeñar debidamente su empresa en la Historia de la Conquista, Poblacion y Progresos de la América Septentrional, conocida por el nombra de Nueva España, que dio á luz en Madrid el año de l6S4.


Los grandes elogios que de esta obra han hecho hombres tan sabios como el Marques de Mondejar, Don Nicolas Antonio y Don Gregorio Mayáns y si se acreditan su grande mérito el de Mayáns, por ser tan singular, no podemos omitirle. Dixo, pues, hablando de esta Historia: Escribió la vida del gran Cortés con tal artificio, que sin dexar de componer Historia, supo hacer un panegírico. Es tan dulce su estilo, que tiene hidrópicos á muchos discretos: freqúentemente es poético, y siempre brillante. Remedó á Quinto Curcio sin procurarlo, especialmente en las Oraciones, haciendo á los bárbaros menos bárbaros. Toda la contextura de esta obra es una tela finísima de oro puro, ricamente adornada de christianas y políticas sentencias, que lucen como diamantes finísimos. Pudieramos añadir tambien, como una prueba nada equívoca del aprecio con que, no solo en España, sino tambien fuera de ella, se recibió esta obra, las repetidas impresiones que se han hecho, y las traducciones que hemos visto en Francés, Italiano é Inglés magníficamente executadas, añadirlos mapas, retratos y otros adornos para su mejor inteligencia.


Sin embargo de que en España se han hecho en este mismo siglo varias ediciones en todos tamaños para satisfacer el deseo de los curiosos, todavía se anhelaba una que correspondiese á la dignidad de de la obra, y al buen gusto que reyna en la Nacion, y prueba sus esfuerzos hácia el adelantamiento de las artes utiles. El Impresor que tiene tan bien acreditado su vehementísimo deseo de consagrar sus caudales y desvelos al beneficio de la República literaria, se ha esforzado á dar una edicion que lleváse la ventaja á quantas hasta ahora se han hecho en nuestro pais y en los extrangeros, tanto por la correccion del texto, como por los demas adornos. En aquella se ha seguido el del Autor segun su primera edicion que se hizo baxo su mano: y para mayor puntualidad se ha tenido presente el mismo original, que nos franqueó generosamente el difunto Bibliotecario mayor de S. M, Don Juan de Santander y Zorrilla. Los Mapas de México y de su gran Laguna los ha formado Don Tomas Lopez, Geógrafo del Rey, é Individuo de la Real Academia de la Historia. Los retratos de Cortés y Solis se han tomado de buenos originales, y grabádose por escogidos artífices con la excelencia y primor que ellos mismos manifiestan. Las demas estampas estan executadas con la mayor propiedad que ha sido posible: y las cabeceras y remates tienen sus alusiones acomodadas á la materia contenida en el libro.


Aunque solo la Conquista de Nueva España ha sido bastante para inmortalizar el nombre de Solís, no debemos pasar por alto la noticia de otros escritos suyos, de que hablarémos despues de hacer una breve reseña de su vida y empleos.

Nació este esclarecido varon en Alcalá de Henares, fecunda madre en todos tiempos de grandes, y fué bautizado en la Iglesia Magistral á 28 de Octubre de l61O. Tuvo por padres al Lic. Juan Gerónimo de Solís Ordoñez, y Doña Ana María de Ribadeneyra, natural aquel de Albalate de las Nogueras, Villa del Obispado de Cuenca, y esta de Toledo. Ya desde sus primeros estudios en la Gramática y Retórica descubrió un ingenio agudo y formado por la naturaleza para la Poesía. Concluida allí la Dialectica, que es la llave maestra de las demas ciencias, pasó á la insigne Universidad de Salamanca á estudiar ambos Derechos, sin duda por juzgar aquel teatro mas capaz para hacer ostentacion de sus admirables talentos. Con efecto, desde entónces empezaron á lucir notablemente ; pues hallándose aun en la edad de 17 años, en los ratos ociosos que le dexaban los estudios mayores, compuso la ingeniosa Comedia intitulada Amor y Obligacion.


A los 26 años se dedicó á la Filosofía Moral y á la Política. En aquella aprendió las sabias máximas que supo practicar en el discurso de su vida, honesta siempre y exemplar; y en esta las preciosísimas sentencias que á cada paso se admiran oportunamente sembradas en sus escritos, como riquísimas perlas que les dan mucho realce; siendo lo mas admirable que en todas se descubre un Político Christiano, y un Filósofo muy distinto de los que en nuestros tiempos se arogan este carácter para vomitar con mas desahogo su veneno contra la Religion, los Soberanos y la Sociedad; y á la verdad no son mas que unos prevaricadores ignorantes y maliciosos.

La fama que se habia ya difundido por todas partes de los estudios de Solís, le adquirió el patrocinio del Conde de Oropesa Don Duarte de Toledo y Portugal, quien, conociendo á fondo sus grandes prendas, le hizo su Secretario, siendo Virey de Navarra, y despues de Valencia. La pulidez, urbanidad y discrecion que brilla en las cartas que se han conservado de Solís, nos aseguran quan acertada fué la eleccion, y quan ventajosamente sabria este desempeñarla, y aun ayudar á su Mecenas con sus consejos y sabias ideas í fruto que pueden prometerse los que buscan al merito, y no á los que, sin él, se presentan á solicitar los empleos.

Para festejar en Pamplona el nacimiento del Conde de Oropesa Don Manuel Joaquín Alvares de Toledo y Portugal, escribió en aquella Ciudad en 1642 la Comedia de Eurídice y Orfeo, que tuvo particular aplauso.

Informado el Rey Don Felipe IV., estimador de los grandes sugetos, del mérito literario de Solís, le honró con la merced de Oficial de la Secretaría de Estado y de su Secretario, la que trasladó á un allegado suyo, sin disgustar al Rey. La Reyna Madre le repitió la misma honra en l661 y le añadió la de Cronista mayor de Indias por muerte de Antonio de Leon Pinelo, Autor de la Biblioteca Oriental, de otros escritos curiosos y eruditos.

Desengañado nuestro Don Antonio de las vanidades del mundo, que en el corazon de un Sabio rara vez suelen echar profundas raices, se dedicó al Estado Sacerdotal, cumplidos ya los 56 años, celebró la primera Misa en la casa del Noviciado de la Compañía de esta Corte. Desde entónces abrazó un género de vida perfectísimo, y se alistó entre los Congregantes de Nuestra Señora del Destierro, que se venera en el Convento de Santa Ana de Madrid, de la Orden de San Bernardo.


Aunque se habia criado en el regazo de las Musas, no quiso ya mas recrearse en las delicias de la Poesía, aun en asuntos honestos; y así fueron inútiles los esfuerzos que le hicieron para que tomáse á su cargo la composicion de los Autos Sacramentales, por la muerte acaecida en 1681 de Don Pedro Cálderon de la Barca, ingenio fecundísimo, y superior en la invencion á los Cómicos antiguos, pero ocupado del mal gusto que prevalecia en su siglo en el género dramático. A este mismo escrúpulo de Solis debe atribuirse el no haber concluido siquiera la primera jornada de la Comedia Amor es arte de amar, que tal vez hubiera merecido el primer lugar entre las suyas.

Entre piadosos exercicios, y suavísimos pensamientos de la eternidad acabó la gloriosa carrera de su vida nuestro Solís Viernes 19 de Abril de 1686 á los 76 años, 8 meses y un dia de edad: y se enterró en la Capilla de la Congregacion del Destierro(*), ocupando su lugar en el empleo de Cronista de Indias Don Pedro Fernandez del Pulgar, continuador de las Decadas de Antonio de Herrera que se conservan manuscritas en la Real Biblioteca de Madrid, y publicó la Historia de Patencia, adornada de graciosos documentos

(*) En los libros de finados de la Parroquia de San Martin se lee la partida siguiente: El Licenciado Don Antonio de Solís, Presbytero, murió en 19 de Abril de 1686, calle ancha de San Bernardo, pasadas las peñuelas. Recibió los santos Sacramentos: dio poder para testar al Señor Don Alonso Carnero, Secretario de Estado, Presidente de Italia. Testamentarios los Excelentísimos Condes de Oropesa, y el dicho Don Alonso. Heredera su Alma .- señaló mil Misas á 3 reales: enterróse en San Bernardo. Secretario del Excelentísimo Señor Conde de Oropesa, y de la Magestad de Felipe IV y su Oficial segundo de su Secretaría de Estado. Falleció á 19 dias del mes de Abril del año de 1686, de edad de 76 años. 

Dexónos Solís muchos frutos de su gallardo entendimiento. Antes que se diese á luz la Historia de México, se publicaron en un tomo en 4. en Madrid, año de 1681 nueve Comedias, cuyos ttulos son:

Triunfos de Amor y Fortuna, con Loa y Entremeses ;
Euridice y Orféo;
El Amor al uso;
El Alcázar del Secreto;
Las Amazonas;
El Doctor Carlina;
Un Bobo hace ciento, con Loa ;
La Gitanilla de Madrid;
Amparar al enemigo.

De ellas dice juiciosamente Mayans que, si se hubiesen trabajado segun los preceptos rigurosos del arte Cómica, hubieran logrado entera aprobacion de los juicios mas críticos; pues resplandece en ellas una invencion ingeniosa, pureza de estila, gracia sin afectacion, y singular destreza en el jugar de los vocablos con agudos equívocos segun la costumbre de aquellos tiempos.

En 1692 se publicaron en Madrid las Poesías varias, sagradas y profanas de Solís; y aunque no lograron la última mano de su Autor, sin duda porque no las habia destinado para la prensa, merecen no poco aprecio por la facilidad, discrecion y agudos conceptos que en ellas se hallan. En 1752 se volvieron á imprimir en esta Corte.

Don Juan de Goyeneche, que publicó las Poesías, nos asegura que nuestro Autor tenia empezada la segunda parte de la Historia de Nueva España, que no le dexó concluir su muerte. No faltó quien se atreviese á querer llenar este hueco, publicando un tomo en folio con estilo tan barbaro que ha merecido el desprecio universal de los hombres doctos.

Dexó Solís una gran copia de Cartas. Mayáns publicó algunas entre las que recogió de varios Autores, y se han impreso varias veces, con una breve noticia de este elegante ingenio: y atestigua que ocultaba otras en Madrid la avaricia enemiga del mayor aumento y esplendor de la lengua Española. Es intolerable la ambicion de algunos en obscurecer los trabajos agenos: se creen riquísimos en poseer unos tesoros que ellos solos pueden disfrutar; y no se cuidan del agravio que hacen á la fama de los Autores, y á la República literaria, á quien defraudan de la gloria que pudiera resultarla. Oxala mudasen de dictámen, y consideráran quanta mayor honra adquirirían haciendo comun el beneficio.

En los MSS. de la Real Academia de la Historia hay copia de dos eruditos Discursos de Solfa sobre la línea vulgarmente llamada de la Demarcacion entre los dominios de Españoles y Portugueses en Indias, dirigidos á Don Francisco Fernandez de Madrigal, el primero en 8 de Octubre, y el segundo en 15 del mismo mes y año de 168O, dignos ambos de que no se sepulten en el olvido.

Se habia pensado, quando se publicó la noticia de la Subscripcion á la presente obra, añadir algunas notas que ilustrasen los lugares que tuviesen necesidad de mayor explicacion, especialmente en lo tocante á la religion y ritos de los antiguos Mexicanos, y algunos puntos de Historia y Geografía: pero despues ha parecido mas conveniente omitirlas; pues estándose ya trabajando de órden del Rey, y baxo la sabia y eficaz direccion de su Secretario de Estado y del Despacho universal de Indias Don Joseph de Gálvez, persona no menos respetable por sus altos empleos que por su talento, prudencia y amor á las letras, en el reconocimiento de Archivos y Biblioteca de España, y tambien de Indias, para juntar todos los documentos Escritos conducentes á formar la Historia de aquellos vastos dominios con la mayor fidelidad y extension en todos sus ramos, entonces podrá executarlo mas facilmente qual quiera con luces que subministrarán los nuevos descubrimientos, y la execucion de tan importante designio.

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