lunes

"Rodando en tu silencio" (Federico Muelas)


Rodando en tu silencio
Federico Muelas
Ya está en nuestra biblioteca

No hay tema relativo a la realidad conquense que Federico Muelas no tocase. Lo mismo escribe un poema al Júcar (1964), que a un chopo (1964), o a un junco que crece en la ribera (1964). Canta a las rocas (1968), a los albañiles que supieron construir en los abismos (1968), a las conocidas Casas Colgadas (1968), a la Catedral, -tanto a la “ruinosa” de los años veinte como a la actual- e incluso escribe acerca del viejo cementerio de San Isidro.

 Hemos incorporado un "nuevo" libro a nuestra biblioteca, gracias a la incansable labor de bibliófilo de nuestro gran amigo Ricardo  que localizó una primera edición del libro "Rodando en tu silencio" de Federico Muelas, con el que consiguió el Premio Nacional de Poesía de 1964, la edición corresponde a la realizada en Madrid en 1964, por la imprenta Frama, y de la colección Ediciones "Los pliegos del Hocino", decir que este ejemplar se encuentra intonso lo que nos permite decir que hemos incorporado un excelente y "valioso" ejemplar a nuestra biblioteca..


En el se incluye este soneto (pag. 45):

Alzada en limpia sinrazón altiva
–pedestal de crepúsculos soñados–,
¿subes orgullosos? ¿Bajas derrocados
sueños de un dios de celestial deriva?

¡Oh, tantálico esfuerzo en piedra viva!
¡Oh, aventura de cielos despeñados!
Cuenca, en volandas de celestes prados,
de peldaño en peldaño fugitiva.

Gallarda entraña de cristal que azores
en piedra guardan, mientras plisa el viento
de tu chopo el audaz escalofrío.

¡Cuenca, cristalizada en mis amores!
Hilván dorado al aire del lamento.
Cuenca, cierta y soñada, en cielo y río.


Simbiosis entre ciudad y poeta:
Cuenca y Federico Muelas
Marcial CARRASCOSA ORTEGA

Las muestras de apego de un poeta hacia una ciudad son un recurso habitual en la literatura desde época antigua, pero pocos casos pueden encontrarse tan notables como el de Federico Muelas y Cuenca. Tras un ligero repaso a su vida y a su producción literaria, pretendo mostrar esta simbiosis –que a veces llega a ser absolutamente literal– a través de algunos textos del poeta. Del mismo modo que canta a sus famosas rocas, a sus ríos y riberas o a sus monumentos emblemáticos, lo hace también a esas personas y lugares olvidados de la tierra conquense, que pasarían desapercibidos. No olvidemos que Muelas nació en, con, para y por Cuenca.




1 comentario:

Canet dijo...

Me alegra mucho encontrarme con un articulo sobre Federico Muelas, poeta entre poetas que encumbro y embelleció la ciudad de Cuenca. También me complace comprobar que menciones a Marcial Carrascosa, gran amigo, excelente bibliófilo e incondicional amante de Cuenca.

Un Saludo.
Canet

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