Esta levitación no es un milagro.
El rigor cervical, muerte pensante,
quemando el lubricante de los ojos
potencia un calofrío vertebrado
que se queda en un puño,
que produce una arritmia en los relojes,
que estruja un invisible cardiograma...
A ti, que miras cuando rasgo el aire:
Puño que no se estrella nos levanta.
El rigor cervical, muerte pensante,
quemando el lubricante de los ojos
potencia un calofrío vertebrado
que se queda en un puño,
que produce una arritmia en los relojes,
que estruja un invisible cardiograma...
A ti, que miras cuando rasgo el aire:
Puño que no se estrella nos levanta.
"El Molino de Papel"
Nº 20, Nov 1959
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