LA DESPOBLACIÓN EN LA ALCARRIA
CONQUENSE
Replantear el modelo municipal: hacia una mejor gestión
en el ámbito rural de la Alcarria conquense
La Alcarria conquense, con sus pueblos dispersos, su
rica herencia cultural y su imponente paisaje, representa de forma
paradigmática los desafíos de la España vaciada. Esta comarca, ubicada en la
provincia de Cuenca, sufre desde hace décadas un proceso de despoblación que ha
dejado a muchos de sus municipios con menos de 100 habitantes, con poblaciones
envejecidas y servicios públicos en estado crítico. Frente a este contexto,
urge repensar el modelo municipal, adaptándolo a la realidad actual del
territorio y a las necesidades de una ciudadanía que resiste, pero necesita
apoyo estructural real.
1. Un modelo fragmentado que ya no
responde
En la Alcarria conquense coexisten decenas de pequeños
municipios, la mayoría con plantillas municipales mínimas o incluso sin
personal técnico estable. Esta extrema fragmentación administrativa hace
inviable una gestión eficaz y moderna, y reproduce una estructura pensada
para un mundo rural que ya no existe. La autonomía municipal, sin recursos
humanos ni económicos, se convierte en un obstáculo más que en una garantía de
autogobierno.
2. Comarcalización efectiva: más
allá del discurso
Una de las vías más prometedoras es impulsar un modelo
comarcal o mancomunado fuerte, con competencias claras, presupuesto
propio y capacidad para planificar servicios básicos de forma coordinada:
transporte, atención domiciliaria, residuos, mantenimiento de caminos,
servicios digitales, etc. Hoy en día, las mancomunidades existentes operan con
grandes limitaciones, y la comarca de la Alcarria conquense no tiene
reconocimiento político-administrativo formal, lo que impide canalizar recursos
de manera eficiente.
La propuesta pasa por reconocer institucionalmente
la comarca y transformarla en un espacio de gobernanza real, con un modelo
de gestión compartido que no diluya la identidad de cada municipio, pero sí
permita actuar con escala y estrategia.
3. Una gobernanza rural para el
siglo XXI
Replantear el modelo municipal también implica
rediseñar el modelo de gobernanza local. En los pueblos de la Alcarria
conquense, muchas veces es el alcalde o alcaldesa -con cargo no profesional y
sin equipo técnico- quien asume funciones que, en otras zonas, requieren una
estructura compleja. Esto desemboca en una gestión lenta, sobrecargada y con
poco margen de innovación.
Se necesita una transición hacia estructuras
administrativas agrupadas, con personal técnico que dé servicio a varios
municipios, sin renunciar a la figura del representante local. Asimismo, urge
profesionalizar ciertos servicios -urbanismo, asistencia jurídica, atención
social- mediante unidades técnicas comarcales.
4. Servicios adaptados a lo rural
Uno de los mayores agravios comparativos en la
Alcarria conquense es la falta de servicios adaptados a su realidad rural.
La centralización de la sanidad, la educación o las oficinas administrativas en
cabeceras comarcales como Cuenca ciudad deja a muchas localidades en una
situación de aislamiento. Se necesita una política territorial centrada en
soluciones innovadoras: consultas médicas itinerantes, aulas rurales
conectadas, oficinas móviles, o sistemas de movilidad compartida y bajo demanda.
Además, la digitalización de los trámites
administrativos debe ser una prioridad. Hoy, muchas personas mayores no pueden
acceder a servicios básicos por falta de conectividad o competencias digitales.
Esto profundiza la brecha territorial y social.
5. Reforzar la participación local
En un territorio como la Alcarria conquense, donde el
sentido de pertenencia es fuerte, pero la desafección institucional va en
aumento, la participación ciudadana es clave. Propuestas como presupuestos
participativos comarcales, consejos vecinales o procesos de planificación
conjunta pueden fortalecer la democracia local y ayudar a diseñar soluciones
desde abajo. También sería deseable involucrar más a la diáspora rural -quienes
nacieron allí pero viven fuera- en los proyectos de desarrollo local.
Conclusión
Replantear el modelo municipal en la Alcarria
conquense no es una opción, sino una necesidad urgente si queremos evitar el
colapso administrativo y social del territorio. Hacerlo implica valentía
política, cooperación entre niveles de gobierno y una visión estratégica a
medio y largo plazo. Porque mantener 80 ayuntamientos abiertos con pueblos que
apenas cuentan con 40 habitantes no es sostener el territorio: es abandonarlo
lentamente.
Dotar a la comarca de estructuras de gestión
modernas, eficaces y colaborativas puede ser el primer paso hacia un
renacer rural. La Alcarria conquense no necesita una tutela, sino un nuevo
pacto de gobernanza adaptado a su singularidad y a su potencial.
ARTURO CULEBRAS MAYORDOMO
Julio, 2025
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