SUSURROS DE AMOR
Lo maravilloso siempre está en las preguntas; nunca
en las respuestas.
El ser humano lleva pegada a la piel la inquietud,
la curiosidad. Es la esencia del hombre y el secreto de su progreso sobre el
resto de los seres vivos.
La imperiosa necesidad espiritual de remontar los
límites naturales y escapar de la terrible fría y cruel contundencia de lo
evidente, fue el origen de la poesía... del Arte.
La poesía es la forma de preguntar sobre lo
intangible a seres también intangibles; sin esperar respuesta; pues esta (sí la
hubiera) sería siempre relativa.
Lo hermoso está en la pregunta: la poesía; puro
hambre vital que corroe al humano por saber los misterios que condicionan su
existencia: el amor, la incógnita del futuro; la persistencia del recuerdo, la
certidumbre de la muerte; el amanecer...
La intensidad de una vida viene medida por esa
bendita capacidad de tomar conciencia del universo y desear conocerlo,
vivirlo... amarlo.
Mayda Antelo vive abrasadoramente ese universo
propio; donde el amor es el péndulo que da el ritmo y medida de todo.
Los poemas de Mayda son fragmentos de espejos rotos
que devuelven versiones distintas de una misma escena de amor.
Desde la desolación hasta los estallidos de
alegría, entre episodios que saborean las caricias, ella va dándonos jirones de
una vida amorosamente intensa, febril, inquieta, avasalladora y ardiente.
No hay calificación posible para estos poemas porque
no hay respuesta válida a estas viscerales preguntas sobre el amor, tejidas en
la penumbra sobre la piel de su propia historia.
Ya lo dije: Lo maravilloso es la pregunta ¿No es
Mayda Antelo la poeta del amor?
Alex Alemany
Presidente Círculo de Bellas Artes –Valencia
ERES
SI ERES, desconocido, invidente
o estás sujeto a una silla de ruedas,
si drogadicto, marginado o huérfano,
sé que me necesitas y me esperas.
Si te dejó la novia, o carente
de familia y amigos, tú te encuentras,
si tienes un problema que te vence
sé que me necesitas y me esperas.
Si algún ser muy querido se ha marchado
y abatido te encuentras por la pena,
si te surgen tropiezos a diario,
sé que me necesitas y me esperas.
Si una enfermedad te amenazase
si el dolor te atenaza y te mengua,
o simplemente resientes estar solo,
sé que me necesitas y me esperas.
Yo quiero hablar contigo, alzar tu ánimo,
distraer tu dolor, darte consuelo,
aliviarte con cálido denuedo
y ofrecerte mi fraternal amparo.
Puedo brindarte libros de tu gusto,
pasear contigo, hacerte compañía,
ir al concierto, al parque escucharte...
o leer de tu autor la poesía.
No te rindas, amigo, si me llamas
alegre ha de acogerte mi sonrisa.
SUSURROS DE AMOR
Digo adiós al olvido
cuando yazgo de bruces
en el lecho propicio,
y el cuerpo todo aplasto
con tesón dolorido
que la almohada los muelles,
son presión y cobijo,
apetecible invento
para el que amor no tiene.
Diciendo adiós a olvido
me pierdo entre la niebla
del sueño y los susurros
de amor... amor quejidos.
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