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Las Universidades Laborales como Instituciones de Formación

LA PRIMERA UNIVERSIDAD LABORAL
GIJÓN

En la España del siglo XIX y principios del XX, la formación profesional proporcionada por el sistema público era incipiente, escasa y mal dotada debido a la penuria económica del país. El diseño de la formación técnica se había llevado a cabo pensando en las clases medias y en las élites, dejando fuera a la clase trabajadora que no tenía asegurada ni la formación primaria. A eso hay que añadir la escasa valoración social que tenía el estudio y la investigación técnica entre las clases medias y no digamos altas, de lo que se infiere las dificultades que tenían las empresas industriales para poder satisfacer su necesidad de mano de obra cualificada.
En esas circunstancias, las escasas iniciativas empresariales se vieron obligadas a crear o implantar su propio sistema formativo, que les asegurara la mano de obra técnica necesaria.
Es importante señalar que en general, las empresas de la época (segunda mitad del XIX y primera del XX) no precisaban de una plantilla especialmente cualificada. Les bastaba con un grupo minoritario, aunque importante, de trabajadores de oficio con una buena formación y una gran tropa de especialistas, con una cualificación mínima, pero necesaria para el desarrollo rentable de la producción. Con esa distribución, las empresas más importantes impulsaron una destacada actividad formativa enfocada al primero de estos grupos. Las escuelas de aprendices organizadas por las empresas, como es el caso de las Reales Fábricas, Altos Hornos de Vizcaya, Duro Felguera, La Sociedad Española de Construcción Naval o General Eléctrica Española, por citar algunos de los casos más importantes, se convirtieron en el mejor semillero de profesionales de la España de la época, ya que satisfacían una necesidad que el sistema público no era capaz de atender.
Dan comienzo así las primeras escuelas de formación ligadas a las grandes empresas y organizadas según el binomio de formación teoría práctica.
Como ejemplo representativo de estas primeras iniciativas contamos en Asturias con dos casos destacados, no solo en el ámbito regional sino también nacional y además con la ventaja añadida de que una de ellas nace en el siglo XIX (la Escuela de la Fábrica de Armas de Oviedo) y la otra en la primera mi tad del XX (la Escuela de Artes y Oficios de la Duro Felguera).


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