La Iglesia (Según M. A. Monedero Bermejo)

Edita: Excma. Diputación Provincial de Cuenca.
Autor: Miguel Ángel Monedero Bermejo.
Fotografías: Miguel Ángel Monedero Bermejo.
Fotocomposición, impresión y encuadernación:
Gráficas Cuenca. Hnos. Valdés, 28. Cuenca 82.
I.S.B.N.-84-500-7625-0 D.L.-CU-111-1982.

NUESTRA SRA. DE LA ASUNCIÓN

(ALBALATE DE LAS NOGUERAS)

Es este uno de los pueblos más antiguos de la provincia, como lo demuestran los abundantes restos romanos que han puesto al descubierto las recientes excavaciones efectuadas en su zona. No queda memoria del nombre con que en la antigüedad era conocido. Parece que recibió de los árabes el nombre de ALBALATE(1), con que hoy se le conoce; y con este nombre aparece en un documento del tercer obispo de Cuenca, don García, fechado en 1215, con ocasión de la donación que hizo de él este obispo al refectorio del Cabildo catedralicio(2). Es voz común en este pueblo que, antes que recibiera el nombre actual, se llamó Albalate Bombarra; pero carecemos de datos que nos avalen tal afirmación.

La iglesia parroquial de Albalate de las Nogueras es una de las más elegantes y nobles de las medievales conquenses. Y. aunque se conserva incompleta, pues le falta su cabecera, substituida en el s. XVII por otra barroca, conserva aún la nave, construida en priedra de sillería; sus dos portadas, y la magnífica espadaña, que se alza a los pies.

Hay una tradición local, citada ya por B. Porreño(3), en el s. XVII, que, especulando con la forma de esta espadaña, que guarda cierto parecido con la de una mitra episcopal, asegura que fue construida por orden de D. Gil de Albornoz, cuando ya era cardenal, en recuerdo de los tiempos en que fue cura en esta parroquia. Sin embargo, hay razones - y creemos que poderosas -que nos obligan a poner en duda los datos ofrecidos por esta venerable leyenda. En primer lugar, que no está documentalmente probado que D. Gil llegará a ser en verdad cura de esta localidad, y después, que, aunque esto fuera cierto, no podemos olvidar que tal cosa solo pudo ocurrir después del 1325, que es el año en que el futuro cardenal terminó sus estudios superiores en la Universidad de Toulouse; la fecha de su promoción al cardenalato no llegó hasta el 1350, en que el Papa de Avignon Clemente VI le elevó a la dignidad cardenalicia, y acaeció su muerte en I367(4). Entre estas dos últimas fechas habría que situar la de la construcción de esta iglesia, de ser cierto que la mandara hacer el cardenal; en la segunda mitad, por tanto, del s. XIV. Pero resulta que tal fecha retrasaría la construcción de esta iglesia y su espadaña en unos cien o más años con relación a las características del estilo que presenta, por lo que entendemos que no puede aceptarse.

Parte de nave medieval que se conserva en Albalate. parece corresponder a la mayor parte de la antigua iglesia. Está cubierta con una bóveda de cañón apuntado, dividida en tres tramos con arcos fajones apoyados en pilastras compuestas, que se rematan con elegantes capiteles góticos de tipo francés primitivo. La iluminación de esta nave se obtiene a través de unas esbeltas ventanas-saetera románicas.

A los pies de la iglesia, primorosamente erguida, se levanta una estilizada y preciosa espadaña, en la que se abren tres huecos de medio punto para alojar las campanas.

La cornisa de esta iglesia, en bastante buen estado de conservación, presenta la más rica colección de canecillos de la provincia. Su decoración es unas veces vegetal y otras con cabecitas de gran naturalismo y notable calidad, en razón de su labra. La curiosa variedad de estas bellas cabecitas nos parece que tienen su fuente de inspiración en la catedral de Cuenca, cuyas ménsulas y adornos de la nave mayor tienen figuras muy parecidas.

La portada sur finamente labrada en sillería regular, está enmarcada por dos gruesos contrafuertes que se corresponden con los arcos fajones del interior. Y tanto sus dos capiteles, decidida-mente góticos, como el arco ojival que en ellos se apoya, están en la línea de los de la portada de Arcas, de cuyo círculo procede. Hay una línea de canecillos, bajo una sencilla cornisa decorada con una cardina gótica, por encima de esta portada, que se conserva como fue en el s. XIII.

La portada norte, en cambio, creemos que ha sido alterada en su basamento, pues la simplicidad que muestra contrasta con la rica molduración de sus arcos, semejante a la de la anterior portada, pero más desarrollada. Su decoración con dientes de sierra, semejantes a los que pueden verse en diversas portadas cirtercienses o en los arcos torales de la catedral de Cuenca, y puntas de diamante, como en tantas otras de la provincia, pierde gran parte del efecto pretendido, por obra del fuerte encalado con que se halla recubierta. En la cornisa que lleva por encima, vuelven a aparecer ricos canecillos, semejantes a los de la cornisa de la iglesia, y una banda, decorada con labor de cestería, muy destruida por la erosión.

Probablemente, esta portada está inspirada en la iglesia de La Puerta, de la provincia de Guadalajara, en la que se nos ofrecen los mismos elementos decorativos, encontrando, además, que sus capiteles son muy semejantes a los de la portada sur de Albalate(5).

Son los elementos descritos los que caracterizan el estilo de esta iglesia. Su nave se cubre con bóveda de cañón apuntado, a la manera cisterciense; tiene capiteles góticos, y arcos apuntados en sus portadas; pero se ilumina con saeteras típicamente románicas. Su espadaña tiene huecos de medio punto aunque, por su forma, muestra el impulso ascensional del gótico. Estamos, pues, en ese momento en que, sin haberse aún olvidado la tradición románica se va viendo desbordada por el gótico.


NOTAS
(1)Al-balat - la calzada.
(2) Archivo Catedral de Cuenca. Libro de Estatutos y Constituciones de la Sta. Iglesia Catedral. Privilegio 46. folio IX vuelto y X.
(3) Porreño Baltas. "Vida y hechos hazañosos del Cardenal Gil de Albornoz". Cuenca. 1626.
(4) Beneito, Juan. El Cardenal Albornoz. Madrid 1950.
(5)Layna Serrano, Francisco. "La arquitectura románica de la provincia de Guadalajara". 2ª. edic. Madrid. 1971.