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¿DESDE CUANDO EXISTE ALBALATE? PRIMEROS POBLADORES

"Albalate de las Nogueras,
perfiles de su historia"
Ricardo Blanco Niño
I.S.B.N.: 84-604-7051-2
D.L. CU-176-1993
Cuando se trata de investigar los orígenes y primeros pobladores de los pueblos, se encuentra uno con la tremenda dificultad de que no existen documentos, ni fuentes seguras que nos hablen de quienes fueron los primeros pobladores o fundadores que dieron vida a los pueblos.

Ante este hecho ¿qué hacer? Pues, sencillamente, aprovechar otros sucesos, tales como: conjeturas, tradiciones, hallazgos arqueológicos, etc., para llegar a conocer algo sobre la formación de los primeros núcleos de población.

En nuestro caso concreto, ¿cómo llegar a saber el nacimiento o formación del actual ALBALATE DE LAS NOGUERAS? Son muchos los pasos que hay que dar para tratar de conseguir tal objetivo.

Lo que queda claro es que estas tierras fueron habitadas desde los más remotos tiempos de la historia. Hecho que se comprueba por las numerosas cuevas y oquedades existentes y por las hachas y otros objetos prehistóricos encontrados en su término, que nos lleva a esta conclusión.

Pero, ya sabemos por la historia, que estos hombres primitivos no formaron poblaciones estables, sino que iban de un sitio para otro formando pequeños grupos o clanes familiares, que se movían según las necesidades o circunstancias prósperas o adversas, que se presentaban.

En el actual término de Albalate, se encuentran indicios y restos de pequeños núcleos de población, en los parajes denominados: Cerro de los Castillejos, Bombarrá o Peña del Castellar, Peña Lutero y Valdevilla, pero, sobre todo, en lo que ha llegado a nosotros con el nombre de Fuente de los Baños, y que por los hallazgos y estudios arqueológicos allí realizados hasta ahora, debió ser el de mayor entidad y prestigio.

En el Cerro de los Castillejos hay dos poblamientos, uno de la edad de bronce y otro de la edad de hierro, de poca entidad y sin estudiar.

Los otros son restos de castros célticos, romanos y árabes, que si se estudiaran por los técnicos, podrían dar alguna luz a lo que pretendemos.

Por otra parte sabemos por la historia que, a principios del siglo VII (a.de J.), multitudes célticas, que han sido empujadas u desplazadas por las tribus bárbaras que cayeron sobre Europa, pasan el Pirineo y se van extendiendo por toda España sometiendo a los íberos y mezclándose con ellos.

Los celtas, cuya principal ocupación es la caza y el cuidado de sus numerosos rebaños, buscan las vegas frescas y de buenos pastos y las selvas que cubrían las montañas y tierras del interior poco pobladas y donde vivían tranquilos los pocos restos de las poblaciones prehistóricas, pues apenas llegaban hasta ellos, las oleadas de los diversos pueblos colonizadores de España.

Así es como podemos pensar llegaron a estas tierras, estas tribus célticas que, gustándoles las feraces tierras de la vega del Trabaque y sus alrededores, por la abundancia de buenas aguas, pastos y extensos bosques de pinos, encinas, robles, sabinas y enebros, todo ello apto para su vida de pastores y cazadores, decidieron quedarse y formar pequeños castros en sitios estratégicos como son la Peña Lutero y La Peña de Castellar o Bombarrá, nombre este último que denota claramente su origen céltico. Este castro céltico de Bombarrá está avalado por los enterramientos típicamente celtas, que allí se han encontrado y además, su existencia y ubicación, queda corroborada por un documento manuscrito en pergamino de 1580, en el que nombra las peñas del Castillo de Bombarrá, camino del molino de la Hoz. Dato que es muy importante, como veremos después, al tratar del origen del nombre de Albalate. Allí, en lo alto de la montaña y en sus faldas, pueden apreciarse todavía hoy día, restos de edificaciones, pero ya de la época árabe.

Más ¿cuándo llegaron por aquí los diversos pueblos que lo habitaron? Eso es lo difícil y que no se puede averiguar ni precisar, sino tan sólo hacer simples conjeturas e hipótesis, según las cuáles podemos decir que los celtas pudieron llegar entre el 450 y 250 (a. de J.), dada la lentitud con que se movían y se desplazaban de un sitio para otro.

En la España céltica, los carpetanos ocuparon la parte baja y llana de lo que hoy es la Provincia de Cuenca (La Mancha) y los Olcades la parte alta y montañosa (Alcarria y Sierra). Los Olcades, no contentos con las tierras que les habían correspondido, a principios del s. III (a. de J.), bajando de sus bravias montañas, lucharon con los carpetanos y oretanos y les arrebataron sus territorios, haciéndose dueños de la situación. Pero llegan los cartagineses y Anibal se enfrentará con los olcades, a los que vencerá en las inmediaciones de Segóbriga, hacia el año 220 (a. de J.).

Hacia el año 180 (a. de J.), Roma arremete contra el poder cartaginés, derrotándoles y haciéndose dueña poco a poco de sus dominios, con lo que podemos suponer que los romanos llegaron por estas tierras hacia el año 130 (a. de J.)

Que los romanos habitaron en el poblado Fuente de los Baños, es algo que queda fuera de duda, por los muchos vestigios de su presencia que allí se encuentran, tales como monedas, cerámica y demás objetos encontrados en la necrópolis allí existente y en parte estudiada, por la que sabemos que a finales del siglo III o principios del IV de nuestra era, estaban allí.

La misma Fuente de los Baños, dónde recogían el agua, es de clara factura romana, así como los restos de edificaciones, que aparecen por doquier. Pero, creo que, desde mucho antes, los romanos ya estaban asentados por estas tierras alcarreñas, como se podrá demostrar cuando se estudie a fondo el poblado y todo el entorno.

Con la penetración, a principios del s. V, de los visigodos en España, los romanos tienen que ir cediendo terreno ante el empuje de estos pueblos jóvenes y vigorosos venidos del norte. Pero, no será hasta finales del mismo siglo, cuando los visigodos se asienten definitivamente en la entonces llamada Hispania, dominando la mayoría de ella, sobre todo el interior. Y así permanecerán con nosotros hasta que sean, a su vez, dominados a principios del siglo VIII, por los árabes venidos del norte de África.

Los árabes son los que, con su larga permanencia de ocho siglos entre nosotros, dejaron mayores vestigios de su presencia en estas tierras. Influencia que se ve reflejada en costumbres, arquitectura, cultura y agricultura, por ejemplo en los regadíos, que ellos fueron los primeros en organizar. En el anterior poblado romano de la Fuente de los Baños, establecieron su residencia los árabes durante muchos años, como se comprueba por las numerosas sepulturas encontradas en sus alrededores, sobre todo hacia la vereda. También hubo pequeños núcleos de población árabe en Villaescusa y Valdevilla, en donde todavía se encuentran restos de un tejar con su horno, así como necrópolis árabes.

Es tradición que en la Fuente de los Baños hubo un famoso médico, o como ellos decían, maestro de curar, llamado ADBEN YUSEB, el cual aprovechando la abundancia y bondad de las aguas de la fuente construida por los romanos, preparó junto a ella unas pilas o piscinas para bañar a los enfermos que a él acudían y así obtener su curación. Por eso es por lo que desde entonces a esta fuente se le llamó y se le sigue llamando Fuente de los Baños.

También es tradición que construyeron una mezquita allí. Este punto está avalado por la tradición popular, transmitida de padres a hijos, y que perdura con fuerza en nuestros mismos días, la cual nos presenta como confirmación de ésto el llamado "Camino de la Mezquita", que iba desde esta Mezquita en el poblado de la Fuente de los Baños al Castillo o fortaleza, que tenían en la entrada de la Hoz, en la hoy llamada "Peña del Castellar", para subir a la cual había y hay todavía restos de una escalinata escavada en la piedra viva y que facilitaba la subida a la cumbre.

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