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PROTECCION PARA LA ERMITA DE LLANES

PROTECCION PARA LA ERMITA DE LLANES
Documento enviado al Ayuntamiento de Albendea en 2.002


MUNICIPIO: ALBENDEA (CUENCA)
DOCUMENTO: MEMORIA
PROPIEDAD: EXCELENTISIMO AYUNTAMIENTO DE ALBENDEA
ARQUITECTO: ALFONSO CALLE GARCIA
FECHA: MAYO DE 2.002


MEMORIA      DESCRIPTIVA
OBJETO:
El objeto de este trabajo es el de describir las obras necesarias para la protección de los restos de la “ERMITA DE LLANES” sita en el término municipal de Albendea, de propiedad municipal, así como el presupuesto necesario para llevarlo a cabo.

AUTOR DEL ENCARGO:
El encargo se produce por parte del Excmo. Ayuntamiento de Albendea con domicilio social en Albendea, Plaza de España Nº 1 y CIF: P-1600600 I, representado por su Alcalde-Presidente D. Jesús García Pérez.

SITUACION:
La ermita de Llanes se encuentra a la margen izquierda de la carretera de Albendea a Priego, a la altura del Km. 20,200.

OBRA QUE SE PRETENDE REALIZAR:
1º: Descripción del edificio existente:
La “ermita” en la actualidad, en un estado de abandono total, se reduce a una cabecera que continúa en pie, formada por tres ábsides semicirculares cubiertos por bóvedas de fondo de horno. Las tres bóvedas mencionadas finalizan, en alzado, en un arco con el mismo radio que el arco rebajado triunfal, que separaba la cabecera del resto de la nave. El cuadrado que conforman estos cuatro arcos está cubierto por una bóveda claustral o de rincón de claustro, cuyos nervios arrancan desde el encuentro de cada dos arcos apoyándose en canecillos de piedra en forma de pirámide truncada. Los nervios de la bóveda principal o claustral, están construidos de sillares de piedra de poco espesor y gran canto, lo que explica que hayan soportado durante siglos el gran peso de la cubierta que parece hecha de material de relleno.
Los muros son de mampostería pétrea ligera (toba caliza) unida con mortero de cal, y los arcos de los ábsides y el triunfal de ladrillo macizo.
No fue el ladrillo de uso exclusivo de los árabes, por lo que no es argumento suficiente para filiarla como mozárabe, puesto que ni en formas ni en decorados responde a tipologías de dicho estilo y con anterioridad, los romanos lo usaron en gran parte de sus edificios, tanto públicos como privados.
En la parte central de cada uno de los ábsides se ubican tres ventanas abocinadas semiderruidas, no obstante no se observa en ellas resto alguno de arquivolta y sí construcción a base de sillares de piedra similares a los que pueden observarse en los arcos de construcciones romanas, tanto del Imperio de Oriente como del de Occidente, por ejemplo en el Palacio Imperial de Bizancio o en los restos de murallas de Constantinopla.
Bajo el suelo de la cabecera del edificio existe una cripta con planta de cruz griega, solucionada con bóvedas de cañón y una de arista en el encuentro. Están realizadas con ladrillo y revestimiento con mortero de cal. La cripta se ilumina mediante tres saeteras, una en cada uno de los ábsides.
Toda la descripción que se ha efectuado hasta ahora, es únicamente de la cabecera del edificio, ubicada en la parte oriental del mismo. El edificio está orientado, como la mayoría de los edificios religiosos romanos, de saliente a poniente. La nave principal tiene una longitud de 23 m. y a la misma, se encuentra adosado otro cuerpo en su parte sur, de la misma longitud y que debería ir a encontrarse con el cuarto lóbulo, aún en pie, que remata la cabecera. Todo ello hace que las dimensiones aproximadas del edificio fueran de 30 m. de largo por 10 de ancho. Es de suponer que el cuerpo principal estuviera compuesto por una nave única, ya que no se observan restos de pilares en su interior, lo que induciría a pensar en una cubierta de madera. En cuanto a los muros laterales de la nave, están realizados, así mismo, de cal y canto según se observa en algún paño que todavía queda en pie.
Como se puede comprobar, las dimensiones del edificio, en contra de lo que cabe deducir por su denominación genérica como ”ermita”, no son tan reducidas como se dice en algunos escritos y sí suficientes para dar servicio a una población de cierta entidad como parece adivinarse por la extensión de los restos encontrados en el poblado de Cesma.
Tras éste análisis se puede inducir a viarias conclusiones y algunas incógnitas que debieran despejar las autoridades en la materia.
  • No existe absolutamente ningún indicio de estilo románico en la construcción descrita, ni en la tipología de planta del edificio, ni en sus muros, ni en sus ventanas ni en sus cubiertas, por lo que no procede atribuirlo a los tiempos del románico conquense posterior al S. XII.
  • No se le puede atribuir una filiación visigoda porque, aquellos no aportaron nuevas técnicas constructivas (las desconocían). Su aportación, desde el punto de vista arquitectónico, se limitó, casi exclusivamente, a introducir motivos ornamentales en sillares y capiteles.
  • No cabe filiación mozárabe por los motivos expuestos ya con anterioridad, en relación con el uso del ladrillo y porque en la zona, aunque existió una fuerte implantación árabe en la kura de Santaveriya (Santaver, Ercávica) en Cañaveruelas, la población que ocupó estas tierras eran beréberes, habitantes de la zona montañosa del Rif de Marruecos, con dedicación secular al pastoreo y de cultura pobre que no ha dejado ningún resto singular de arquitectura como el descrito, ni siquiera en Santaver, a pesar de ser la capital de aquella, llamémosle, provincia árabe y que comprendía estas tierras de Albendea y Priego. Por otra parte, el escaso tiempo que duró la conquista de Cuenca por parte de Alvar Fáñez de Minaya en 1.085, a penas 20 años, se me antoja insuficiente para construir un edificio singular como el descrito.
Descartadas estas posibilidades, únicamente nos queda retroceder en el tiempo e irnos hacia las últimas fechas de la ocupación romana.
A finales del S. IV, el imperio romano, anteriormente dividido en dos, había sido reunificado por Teodosio el Grande, hijo de un terrateniente de la meseta castellana. De aquellos tiempos son los restos de una basílica de claras influencias bizantinas que actualmente se están excavando en Carranque (Toledo). Entre los restos encontrados allí, y los descritos en el presente artículo, se muestran ciertas similitudes en cuanto a la planta (con ábsides semicirculares igual que en nuestro caso) y sistemas constructivos y de cubrición de ambos edificios. Materno, prestigioso general del imperio de oriente y tío del citado emperador fue, al parecer, el promotor de la construcción de dicha basílica en sus últimos años. Una vez retirado de los campos de batalla volvió hasta las tierras que le vieron nacer de la zona de Batres y que, posiblemente fueran las mismas en que viera la luz el propio Emperador Teodosio.
Parece, pues, que las influencias de las técnicas constructivas, sí que llegaron desde Bizancio hasta Hispania y más fácilmente hasta nuestra tierra cercana a Toledo. De cualquier manera, la planta del edificio estudiado se asemeja en mucho a los varios ejemplos de arquitectura bizantina conocidos, tanto en planta como en soluciones de bóvedas, ventanas o materiales constructivos. Similitudes que encontramos, salvando las distancias, entre las bóvedas de la misma Santa Sofía, o las de las cisternas de Bizancio, en las murallas defensivas de Constantinopla, en el Palacio Imperial o en las iglesias de Santa Irene o las de los Santos Sergio y Baco, San Demetrio de Salónica o la Theotokos de Constantinopla. En concreto, la cripta recuerda mucho en sus formas al Mausoleo de Gala Placidia construido entre los años 425-433.
Consultada esta hipótesis con Doña Concepción Mayordomo Poyatos, experta arqueológa en yacimientos romanos, descendiente de La Frontera y Carrascosa de la Sierra, que ha trabajado durante algunos años en la citada excavación de Carranque, y lo hace en la actualidad en el yacimiento, así mismo romano, de Baelo Claudia en Cádiz, me ha corroborado plenamente esta hipótesis a la vista de las explicaciones varias y las fotografías realizadas en la propia “ermita”.
Cuenta el entorno con una singularidad añadida. Justamente al otro lado del río Escabas, frente a Cesma, se ubica un promontorio rocoso de 60 m. de desnivel con respecto al río, al que se le denomina “El Castillo”. En él se han encontrado restos celtibéricos, cosa absolutamente lógica, pues por su forma responde a la tipología de asentamientos celtibéricos de la zona, los que denominamos “castillos” (de castrillos), pequeños castros en los que moraban los habitantes de aquellos tiempos, caracterizados por su inaccesibilidad, cercanía a los ríos y posición dominante respecto a una vega fértil o área rica para el pastoreo. De similar emplazamiento son el Castillo de los Siete Condes de El Tobar (Beteta), el Castillo de La Hoz de Beteta, el Castillo de la Sotarraña de Carrascosa de la Sierra, el de El Corbatón de Santa María del Val o el de Llano Castillo de Armallones (Guadalajara).
Contamos, por tanto, con una auténtica lección de historia a mano, accesible, dentro del término municipal de Albendea y cercana a Priego e inmediata al curso del Guadiela, río éste, que tiene en sus orillas uno de los mejores patrimonios arqueológicos de toda España, pues al descrito habría que añadir, sin contar múltiples asentamientos celtibéricos, los yacimientos de Recópolis, los de Ercávica y los del Monasterio Servitano.
A todos estos datos se debe añadir la aparición en la cripta de un baptisterio flanqueado por columnas dóricas que parece confirmar definitivamente la antigüedad que se presuponía a la “ermita”, finales del S. IV.
Todo ello nos mueve a afirmar que estamos ante una pieza única dentro de la arquitectura española: EL EDIFICIO RELIGIOSO-CRISTIANO EN PIE MAS ANTIGUO DE ESPAÑA.


: Actuación que se pretende:
Dada la singular importancia de la “ermita”, tanto desde el punto de vista histórico, como desde el arqueológico, arquitectónico etc, el objetivo inmediato y muy urgente, dado el estado de deterioro de la cabecera del edificio existente, es protegerlo de manera que se pueda paliar el progreso del citado deterioro.
Teniendo en cuenta la responsabilidad que conlleva cualquier tipo de actuación se hace necesaria la presencia de un arqueólogo para el examen y control de toda la actuación. Para ello propongo que se haga cargo del cometido necesario a Dª Concepción Mayordomo Poyatos, arqueóloga, que al margen de muy experta en la arqueología de la comarca por su ascendencia de la misma, ha excavado en yacimientos romanos en Israel, y lo que es más importante, en Carranque (Toledo) durante 4 años, a las órdenes de D. Dimas Fernández Galiano, director de la excavación, y actualmente y desde hace tres años en el yacimiento, así mismo romano, de Baelo Claudia en Cádiz.
La actuación que se plantea es la construcción de un edificio totalmente diáfano, de estructura metálica, consistente únicamente en pilares y una cubierta. El cerramiento consistiría en una verja metálica de modo que desde el exterior se pueda ver el edificio.
La cubierta, con la que pretendemos evitar los efectos de la lluvia, la nieve y sus nefastos efectos consecuencia de humedades y heladicidades, se terminaría en teja árabe “rojo viejo”.
Dado que los restos totales del edificio se encuentran inscritos en un rectángulo de 30x10 m. con el fin de salvaguardarlos, el edificio de protección ocuparía una planta de 40x15 m. Con ello evitamos incidir en ninguno de los posibles restos arqueológicos existentes. No obstante a la hora de realizar el movimiento de tierras correspondiente a la excavación se realizaría a mano en previsión de la aparición de restos que en este momento pudiéramos desconocer y bajo la supervisión del arqueólogo responsable.
Lógicamente no se realizaría ningún tipo de solera con el fin de dejar intacto el suelo de cara a las posteriores excavaciones arqueológicas.
La altura del edificio sería de 8 m. con el fin de salvaguardar la altura de los ábsides existentes y a la vez facilitar la futura actuación en la cubierta de los mismos, de manera que entre la coronación del edificio existente y la cubierta que se plantea, pudieran realizar su trabajo los operarios encargados de la futura restauración de la cubierta de la ermita.
El plantear la obra a realizar con estructura metálica se debe a la facilidad que este tipo de estructura ofrecería en el caso de que se hiciera necesario desmontarla una vez finalizados los trabajos de restauración de la ermita.
En resumen, se plantea una construcción que reúna tres características absolutamente básicas a mi juicio:
  • Capaz de proteger lo existente de manera que pueda detener el progreso del deterioro de la “ermita”
  • Realizarlo con la diafanidad máxima a fin de que, sin impedir las vista desde fuera del edificio existente, permita salvaguardar el acceso de los curiosos.
  • Conferirle un carácter de provisionalidad digna, de tal manera que su posible desmontaje futuro no signifique ningún problema de reposición del entorno al estado que se considere idóneo.
El trabajo que se plantea, debería, a mi juicio, constituir únicamente una primera fase en la actuación sobre la ermita, siendo las siguientes las de restauración y posible rehabilitación de la misma


Esta imagen procede de su autor: Alfonso Calle
VALORACION DE LAS OBRAS DESCRITAS:
El valor estimado de la ejecución material de las obras se estima en CIENTO OCHO MIL euros, y el PRESUPUESTO LIQUIDO de CIENTO CUARENTA Y CINCO MIL OCHOCIENTOS euros.

Carrascosa de la Sierra, Mayo de 2.002


   EL AYUNTAMIENTO                                    EL ARQUITECTO
Fdo. D. Jesús García Pérez                       Fdo. Alfonso Calle García



Nota: el original procede del Blog de ALFONSO CALLE
Es tambien interesante conocer esta otra opinión: Mausoleo de Llanes el último tránsito hacia el Hades

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